Cuando hablamos de manchas en la piel, éstas pueden ser manchas oscuras (marrones) o manchas claras (blancas).
Las manchas en la piel que son oscuras son frecuentemente causadas por exposición al sol, como lo son las Melanosis Solares (o manchas seniles) que aparecen con la edad en la cara, manos y brazos.
Estas manchas dan un aspecto senil por lo que al tratarlas uno rejuvenece. Existen técnicas de peelings químicos con ácidos y crioterapia con nitrógeno líquido para el tratamiento de las mismas.
Otra mancha que afecta principalmente a las mujeres y es bastante frecuente es el Melasma. Es una mancha marrón en forma de máscara en el rostro que empieza muchas veces en el embarazo o con el uso de anticonceptivos (por influencia de factores hormonales) y por la exposición solar.
Generalmente las mujeres queremos tener una piel de porcelana y sin imperfecciones y esto lo podemos lograr con algunos tratamientos, siempre combinados dependiendo del tipo de mancha, ya que el tratamiento del melasma es un verdadero desafío. Podemos citar las cremas despigmentantes de día con FPS , las de uso nocturno, y tenemos la ayuda de los peelings. Es también muy importante adquirir el hábito de usar protectores solares diariamente para evitar las recidivas.
Las manchas en la piel que son blancas deben ser evaluadas en cada caso ya que pueden tener diagnósticos diferenciales: los Nevos Acrómicos (como lunares pero blancos) presentes desde el nacimiento o visibles desde los primeros meses de vida, la Hipocromía Post Inflamatoria que es como una cicatriz posterior a una inflamación de la piel, el Vitíligo (de origen autoinmune) o hasta inclusive una Hanseniasis si la mancha blanca se acompaña de una alteración de la sensibilidad.
Como ven, el espacio queda corto para profundizar cada uno de los tratamientos específicos para los diversos tipos de manchas en la piel. Imagínense, ¡a un dermatólogo que lleva varios años aprender cada uno de ellos!